Debemos felicitar al Presidente de la República por su actitud positiva frente a la crisis mundial que afrontamos. Estoy de acuerdo con que hay que leer menos noticias pesimistas que vienen del exterior pero tampoco debemos dispararnos a los pies. Y explico a que me refiero. Todos estamos de acuerdo con que la construcción es un instrumento efectivo para mantener en crecimiento nuestra economía. Así lo entiende el gobierno, por eso su Plan de Estímulo Fiscal está centrado mucho en infraestructura y vivienda. Sin embargo, no todos los portavoces del gobierno, voluntaria o involuntariamente, están dando mensajes en el mismo sentido. Al decir públicamente que los precios de las viviendas deben bajar de precio están diciéndole al comprador: ¡NO COMPRES! Espera, que más adelante comprarás mejor y así como hasta el año pasado todos compraban apurados antes que siga subiendo el precio, hoy se esperan a que suceda lo contrario. Al final el mensaje termina siendo una profecía auto cumplida pues nadie sabe cuando comprar y por lo tanto nadie compra y el mercado se deprime y la economía no crece.

Cabría preguntarse entonces si los precios de los materiales como dicen están bajando y si esta bajada es significativa o no. Comparando los precios de los principales materiales de construcción de hace un año con los precios de hoy y calculando su incidencia en el costo del metro cuadrado de construcción obtuve los siguientes resultados: el fierro corrugado ha bajado en promedio 8.17 dólares por m2, pero el ladrillo ha subido 0.87, así como la madera 0.74, las mayólicas 0.06, el cemento 0.14, la piedra chancada 0.66, la arena gruesa 0.35, y la mano de obra 2.64. Al final el costo por metro cuadrado de construcción de un edificio ha disminuido de febrero de 2008 a marzo de 2009 en 2.85 dólares por metro cuadrado, es decir, 0.6% del costo total, es decir, nada. Entonces, porque dar un mensaje equivocado y negativo que lo que hace es ir en contra del desarrollo del mercado inmobiliario.

Debemos pues felicitar la reunión del Presidente Alan García hace pocos días, pero mejor hubiera sido si anunciaba alguna medida importante que apuntale el mensaje de optimismo. Aquí sugiero una.

El gobierno ha dado una ley para pagar impuestos con obras de infraestructura y edificación que principalmente la utilizarán las empresas grandes. En este mismo camino pero con una participación mucho más democrática, es decir, con un alcance mucho más diversificado, tanto por el lado de la oferta como de la demanda, el gobierno puede extender esta ley a que también participen todos aquellos que compren una vivienda con préstamo hipotecario si es que les permiten pagar sus impuestos con los intereses que paguen por su préstamo.

El gobierno está promoviendo viviendas de interés social, Techo Propio, Mi Hogar, Mivivienda, etc. Me parece muy bien, pero no se está promoviendo el grueso de la construcción. En Lima, el año pasado, se construyeron 1,000 millones de dólares en vivienda de más de 40,000 dólares, es decir, las que no están en los programas de Techo Propio, Mi Hogar y Mivivienda, y solo 100 millones en vivienda de menos de 40,000 dólares. Acá no estamos hablando de hacer labor social sino de impedir que la economía se caiga, por lo tanto, mucho más efectivo es que no se caigan los 1,000 millones a los 100. Permitiendo temporalmente que las personas paguen sus impuestos con los intereses hipotecarios que generen las compras nuevas de vivienda en el año 2009 y 2010, estaremos dando un impulso decisivo e importantísimo a nuestra economía porque haremos que las personas que están dudando en tomar la decisión de adquirir una vivienda, por temor a la crisis mundial, tengan un incentivo para que se decidan hoy. No olvidemos que las políticas que se adopten en este año son esenciales. El facilitar el crédito y reducir impuestos vía esta propuesta, pueden ayudar a recuperar la confianza, el consumo y la inversión. El Plan de Estímulo Fiscal está muy bien, pero no es suficiente, los planes de inversión pública-keynesiana – no dejan de ser intentar parar un tsunami con bolsas de arena. La solución al mantenimiento del auge de nuestra economía pasa necesariamente por el sector privado. La labor del gobierno debe ser facilitar la creación de empleo privado estable y esta propuesta puede ser el complemento que el Plan de Estímulo Fiscal necesita y por último, sus efectos serían inmediatos porque hay stock de viviendas por venderse y proyectos en marcha que se venderían más rápido y el gobierno recuperaría los impuestos dejados de percibir en un primer momento con los impuestos que genera el efecto multiplicador de la construcción. Lograríamos elevar más el PBI de este año y sobre todo mantendríamos los motores en marcha.